Reflexiones  sobre la vejez,

a propósito del Día del Abuelo en México


El envejecimiento es un proceso dinámico progresivo e irreversible en el que, todo ser humano concluirá su existir. Es un fenómeno presente a lo largo del ciclo vital, desde el mismo proceso de la concepción hasta la muerte. A pesar de ser un fenómeno natural conocido por todos, es difícil aceptarlo como una realidad innata a todo ser.


 

El envejecimiento o senescencia es el conjunto de modificaciones físicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos que,  supone una disminución de la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos, aparatos y sistemas, así como de la decadente respuesta a los agentes lesivos que inciden en una persona.

 La población mundial está envejeciendo a pasos acelerados. Según datos de la Organización Mundial de la Salud. El estilo de vida, la alimentación, el estrés diario colaboran para acelerar este proceso.

 Entre  el año 2000 y  el 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se cuadruplicará, pasando de 605 millones a 2000 millones en el transcurso de medio siglo. Y la cantidad de personas de 80 años o más aumentará casi cuatro veces hasta alcanzar los 395 millones. Es un acontecimiento sin precedentes en la historia que, la mayoría de las personas de edad madura  e incluso mayores tengan unos padres vivos, como ya ocurre en nuestros días. Ello significa que una cantidad mayor de los niños conocerán a sus abuelos e incluso sus bisabuelos, en especial sus bisabuelas. En efecto, las mujeres viven por término medio entre 6 y 8 años más que los hombres.

Actualmente México es un país de jóvenes, donde el 50% de la población tiene 22 años o menos; esto significa que para el año 2050 la población de la tercera edad será la gran mayoría.

 En nuestro país en el año 2017 habitaban 129.2 millones de personas, de ellas 12 millones  eran  personas  de 60 y más años, de los cuales 53.9 % son mujeres y 46.1 %  son hombres, de acuerdo a estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO).

 El instituto destacó que la población adulta tiene una esperanza de vida de 75.3 años para  el 2017, por lo que el peso relativo de los adultos mayores adquiere una mayor relevancia en la estructura por edad.

Reseñó que entre 1970 y 1990, el porcentaje de adultos mayores respecto a la población total pasó de 5.6 a 6.2 %; mientras para año 2017 dicho porcentaje es de 10.5 %. En el año 2016 en el país había 33.5 millones de hogares y en el 30.1 % de ellos reside al menos una persona de 60 y más años.


El organismo apuntó que en el país hay 1.6 millones de personas de 60 y más años que viven solas y la mayoría son mujeres.

No obstante, es necesario analizar las condiciones de vida y los principales problemas de las personas adultas mayores en el presente, con el objetivo de prever el perfil de demandas y necesidades de este grupo de población en los años futuros.

Hace algunos años se decía que la fortaleza de México era el rango de edad de su población, es en la actualidad un país de jóvenes; sin embargo estas cifras han iniciado una transformación, y para el 2050, la población considerada adulto mayor será de más de veinte millones.

 La vejez es la etapa en la que el ser humano necesita mayores ingresos para tener una vida digna. Los gastos médicos representan casi un 40% de su ingreso, dependiendo de las condiciones de salud que presente, esto si se cuenta con servicios de salud, en caso contrario, este tipo de gastos puede representar hasta un 70%.

Al preguntar a diversas personas ¿quién debe correr con la responsabilidad de sostener económicamente a los adultos mayores? El 13% respondió que es responsabilidad personal, el 17% que es del gobierno y el resto que es una cuestión familiar.

Las desigualdades de género en otras etapas de su vida suelen situar a las mujeres adultas mayores en condiciones de desventaja en términos de bienestar social, económico y psicológico.

Pues bien, en un futuro no muy lejano la población de 60 años y más invertirá la pirámide poblacional en México, y ahora la pregunta es ¿esta nuestro país preparado para manejar este grupo poblacional?

Será sumamente difícil. Recordemos que, en la vejez:

 La salud de las personas mayores se vuelve sumamente vulnerable, y más si, estimaciones estadísticas nos dicen que más de la mitad de la población mexicana tendrá diabetes mellitus y sus fatales complicaciones.

Se requiere de una licenciatura en Gerontología para abordar de forma integral a los adultos mayores.

Se requiere de personal capacitado en la atención de adultos mayores.

Se requiere   un gran número de centros de atención especializados en  todo el país.

Se estima un porcentaje elevado de pobreza extrema y abandono a los adultos mayores.

No existe un planteamiento ergonómico (casa habitación, accesorios de apoyo, vestido y manejo cognitivo)  para el abordaje de adultos mayores).


¿A caso podrá nuestro país prepararse en 30 35 años para abordar una situación que se plantea como compleja?

Es tiempo de reflexionar, sobre, como queremos vivir nuestra vejez.

En la actualidad  nos resulta difícil aceptar cada año de nuestra existencia, claro después de los 40 o 50 años según considere cada uno, para otros el envejecimiento inicia desde los 30. Nos empezamos a devaluar nosotros mismos con el paso de los años, lo hace la sociedad, la familia, el trabajo.  El propio patrón es el primero en discriminar a las personas adultas. Hemos crecido con la idea que, envejecer es sinónimo de no colaboración, obstáculo, enfermedad y muerte. Sin embargo,  se puede modificar esta idea y pensar en vivir la última etapa de la vida dignamente.


¿Qué significa envejecer con dignidad?

Es un equilibrio de actitudes y acciones que nos permitirán prepararnos física y emocionalmente para vivir saludable y armónicamente  en el ocaso de nuestra vida. Para esto se requiere una total disposición de la familia, la sociedad y el gobierno, pero especialmente de las personas que,  conviven diariamente con los adultos mayores.


Consejos de bienestar

  1. Hacer ejercicio, recomendado y supervisado por un instructor profesional, si no está a su alcance, simplemente caminar todos los días de 30 a 40 minutos.
  2. Alimentarse lo más sano posible, basada en frutas, verduras y agua natural.
  3. Convivir con personas de todas las edades, más con los niños.
  4. Practicar la lectura o leerles diariamente por 30 minutos.
  5. Participar en reuniones o sesiones de risa.
  6. Espiritualmente,  tener conciencia que envejecer es un acto natural irreversible e involuntario.
  7. Practicar juegos de mesa como ajedrez, domino, damas chinas.
  8. Practicar resolución de rompecabezas, sopas de letras, crucigramas, memoramas.
  9. Que asistan a reuniones sociales con personas de su misma edad.
  10. Que puedan asistir a clases de baile, si su condición física les permite.


Recomendaciones de convivencia y trato a los adultos mayores.


  • Tratar a los adultos mayores como quisiéramos ser tratados en un futuro no muy lejano.
  • Infundir en los niños y jóvenes  respeto y un  trato amable  a las personas adultas.
  • Invitarlos a las convivencias familiares.
  • Acompañarlos a sus paseos preferidos.
  • Festejar su cumpleaños.
  • Escuchar sus anécdotas vividos, es algo que les complace y les llena de alegría, se sienten incluidos en la familia.
  • Acompañarlos al médico.
  • Dar reconocimiento  por logros obtenidos.


Infundir en los niños la vocación por el estudio de la gerontología.

Planeación  de la  ergonomía física para adultos mayores con la finalidad de mejorar las actividades de la vida diaria, por ejemplo

Planeación y construcción de casas de un nivel,  con rampas, escalinatas, pasamanos en toda la construcción,  sanitarios y regaderas de fácil acceso.

Accesorios personales diseñados especialmente: ropa, zapatos, calcetines.

Mejorar la calidad en el material de apoyo: bastones, andaderas, sillas de ruedas, etc.

En el proceso de saber vivir la vejez mucho cuentan las actitudes y acciones de la sociedad en la que la persona envejece, pero especialmente la familia.

Es una realidad inminente que, envejeceremos, es el proceso natural del ser humano y quisiéramos las condiciones más óptimas para  vivir esta etapa.

Reflexionemos  hoy para encontrarnos con un futuro más sensibilizado en el manejo de los adultos mayores.

El afecto que demos hoy a los adultos mayores, quizá sea el mismo que nos devuelvan cuando lleguemos a esta etapa de nuestra vida.

 Finalizo con una frase que escuche de una persona que decía, no nos llamen viejos, no de la tercera edad, sería más gentil si no llamaran “aquellos de la juventud  y experiencias acumuladas”.