Lo que deberiamos saber del Tattoo y Piercing


En la actualidad los tatuajes y perforaciones  forman parte de lo que se conoce como “body art” (el arte de la decoración del cuerpo) que, incluye una serie de técnicas más o menos agresivas, pero en su mayoría permanentes.  Representan algo diferente para cada persona, dentro de los diferentes estilos encontramos los nombres plasmados que hacen referencia a un ser querido, alguien a quien se admira o su propio nombre, también hay leyendas que hacen referencia a algo importante, una ideología, una frase con la cual quien se tatúa se siente representado. El tatuaje no cambia el carácter de las personas, es solo algo buscado para demostrar una serie de ideales personales y su deseo de exteriorizarlo.


Historia de los tatuajes


Aunque parezca algo muy actual son prácticas muy antiguas, empleadas por distintas culturas con fines muy variados: estéticos, religiosos, marca de identidad o de pertenencia a un determinado grupo, tribu o familia, castigo o señal de esclavitud.

La historia de los tatuajes se remonta desde antiguas civilizaciones que, mediante rituales, tatuaban símbolos de fuerza, poder y magia. La palabra tatuaje probablemente tiene su origen en las tribus Samoanas, quienes fueron descubiertas por los marineros que viajaban por el Pacífico, éstos quedaron fascinados por los tatuajes y gracias a su mala pronunciación bautizaron a estos grabados como Tatau; que significa marcar o golpear dos veces, acotando en la técnica tradicional de colorear la piel. Estos  se hacían con una especie de peine tallado en hueso, con las puntas muy afiladas, se golpeaba con un palo. Es aquí donde surge la palabra tatuaje, ya que el sonido que hacía el mango del peine al ser golpeado era algo similar a “tau-tau”.

 En un glaciar de los Alpes en 1991, dos alpinistas encontraron la momia de un cazador del 3.300 A.C. Ötzi,  estaba tatuado en la muñeca izquierda, la espalda y las piernas. Se cree que estos tatuajes habían sido realizados como un tratamiento curativo para aliviar los dolores de artritis que sufría y, consisten en varias líneas paralelas sin formar un dibujo reconocible.

 En  Egipto el tatuaje tenía una función mágica y espiritual se consideraba reservado para las mujeres, concretamente para las sacerdotisas.

 Durante el siglo X A.C el tatuaje era utilizado por las culturas Griega, Romana y Japonesa como identificativo para los delincuentes, si “te pillaban” te marcaban los dos brazos, desde el codo a la muñeca, con el objetivo para que, los tatuados fueran identificados y repudiados por la sociedad.  En Japón los delincuentes  plasmaban tatuajes tan originales  que, un grupo de habitantes decidieron empezar a redecorar su cuerpo con diseños  mucho más elaborados y  connotaciones mágicas. Es aquí donde nace la tradición entre los miembros de la mafia japonesa o Yakuza de tatuarse, estos dieron origen a  los actuales tatuajes japoneses.

Los viajes del capitán James Cook entre Occidente y Oriente fueron el origen  de los tatuajes en nuestro continente, ya que, su tripulación quedo maravillada con los diseños  de hombres y mujeres de la isla de Polinesia, estos se utilizaban para expresar la jerarquía social, la pertenencia a una familia y la madurez sexual.

Con el paso del tiempo la ideología sobre los tatuajes y perforaciones ha  cambiado, cada vez se integraron más como una moda o forma de expresión.



Historia del piercing


La palabra piercing es un anglicismo del verbo pierce, que significa perforar o atravesar, dichas perforaciones se realizan a lo largo del cuerpo humano, dependiendo la relación del pensamiento, la cultura y el deseo de hacerlo.

 Muchas han sido las civilizaciones que han empleado perforaciones a lo largo de la historia. Se atribuye a los esquimales el honor de ser la primera cultura en utilizar esta práctica. Es común entre ellos colocar piercing medusa o piercing labret (parte superior e inferior de la boca respectivamente) al cumplir la mayoría de edad, para indicar el paso de la infancia a la edad adulta.

También se tiene indicios  que,  los miembros de la realeza egipcia colocaban anillos en sus ombligos como una práctica de belleza que tan sólo podía ejercer la nobleza. Son  conocidas  las perforaciones  en tribus africanas, principalmente entre las mujeres que deforman su cavidad bucal o los lóbulos de las orejas, con motivos diversos como el de señalar el paso de la niñez a la pubertad, consolidar el matrimonio o  preparación para una guerra.

En la India las mujeres perforan su nariz en la infancia,  antes de ser casadas,  sus abuelas  se encargan tradicionalmente de esta labor que al día de hoy se ha convertido en una costumbre cultural que,  en su origen era realizada para demostrar la sumisión de la futura esposa a su marido.

La aplicación de piercing no se limita a las tribus aborígenes, entre los miembros de la aristocracia Europea en el siglo XVIII  era  común encontrar referencias de perforaciones como elemento decorativo, principalmente entre las mujeres jóvenes que,  traspasaban sus pezones y sus ombligos con bastante frecuencia.

El Príncipe Alberto de Sajonia marido de la reina Victoria,  da su nombre a un tipo de piercing colocado en el pene.  Según se rumoreaba en la época,  el príncipe Alberto colocó un anillo en la parte del glande, para poder “camuflar” el desproporcionado tamaño de su principito. Los pantalones que llevaba eran demasiado ajustados y, mediante un anillo que enganchaba a la parte posterior de su indumentaria podía esconderlo y evitar que se  marcara su desproporción.

Esta   leyenda retoma importancia en los años setenta,  y causa  impacto en la sociedad americana  por los desarrolladores  del piercing en genitales que,   asignan  a este tipo de perforación  como  “Príncipe Alberto”.



Riesgos al realizarse un tatuaje o perforación

El tatuaje debe ser una práctica responsable, tanto de quien lo realiza, como de quien lo solicita. Un 25 % de las personas tatuadas se arrepiente en corto tiempo. Hay mucha gente que los realiza de manera indiscriminada en cualquier lugar, en una playa, un tianguis o con un amigo, lo que dificulta un reclamo, demanda o resarcimiento del daño.

Los tatuajes se elaboran  a base de múltiples pinchazos que traspasan la epidermis (capa superficial  de la piel) y la tinta se fija en la dermis (capa  intermedia  de la piel).  Las máquinas introducen una aguja en la piel a una frecuencia de 50 a 300 veces por minuto. Cada vez que la aguja penetra, causa una herida que alerta al cuerpo e inicia un proceso inflamatorio. Es como si hiciera un llamado a las células del sistema inmunológico para ir al sitio de la herida y reparar la piel.

No se sugieren los tatuajes y  piercing a las personas afectas por: diabetes mellitus, insuficiencia renal, enfermedades cardíacas, personas con compromiso inmunológico como es el caso de los enfermos de SIDA, tuberculosis, personas con tratamiento de distintos tipos de cáncer, afecciones sanguíneas y  menores de edad.

 La práctica del piercing y los tatuajes en México está regulada  por la Cofepris (Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios), lo que requiere todo un control sanitario. Así que, es fundamental asegurarse  que, quien va a realizar el piercing o el tatuaje sea un profesional con experiencia y conocimientos, y que su lugar de trabajo reúna las condiciones imprescindibles de higiene (ventilado, limpio, luminoso). Además, el profesional debe utilizar guantes quirúrgicos e instrumentos de perforación estériles, envasados y sellados, que el material utilizado se abra en presencia del cliente, lo que garantizará que son de un único uso. Otra cosa que ha de quedar clara es, que en el caso de menores de edad es imprescindible la autorización de los padres, una exigencia que se saltan con más frecuencia de lo que pensamos muchos establecimientos. Exigir una factura por el pago de servicio es fundamental, por si después hay que hacer alguna aclaración.


Riesgos menores.

  • Infecciones. Generalmente los lugares de más difícil acceso del cuerpo son los que más se infectan, la boca y los genitales. Aparecen  abscesos (bolsas de pus) que requieren tratamiento con antibióticos y retirar el causante.
  • Alergias. En forma de eccema de contacto, la piel se inflama, produce vesículas, exuda y pica, no desaparece hasta eliminar el causante.
  • Traumatismos en venas, nervios, ganglios y arterias que puede ocasionar hemorragia.
  • Arrancamiento por fricción con la ropa, o con firme intención de causar daño.
  • Arrepentimiento, un 70% en mujeres y un 30% en hombres.


Hay casos de alergia a los colorantes (tatuaje) o a los metales y demás materiales utilizados:


  • El sulfato rojo de mercurio se utiliza como pigmento rojo en tatuajes y en pinturas artísticas.
  • Metales Níquel, Cromo (Dicromato potásico) en tatuajes verdes, Cadmio (Amarillo)
  • Sales de cobalto en tatuajes azules.
  • Óxido de hierro, tonos ocres.
  • Cuidado con los colores blanco y beige, llevan en su composición Óxido de Titanio y Óxido de Zinc.
  • Otros pigmentos orgánicos, azoicos y derivados de plantas dan alergia en ciertas personas.



 En el año 2017 los científicos del laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón demostraron que,  los pigmentos que componen la tinta de los tatuajes se mueven en el cuerpo en forma de nanopartículas hasta los ganglios linfáticos, principal actor del sistema inmunitario (defesas de nuestro cuerpo).


Riesgos Mayores


  • Hepatitis C.
  • Hepatitis B.
  •  SIDA.
  • Tétanos.


Estas enfermedades se adquieren por el uso irresponsable de material contaminado con estos virus, al puncionar la piel,  viajan por el torrente sanguíneo infectando al cliente. En el caso de la hepatitis C, puede ser la causa de cáncer de hígado, mientras que,  el virus puede permanecer latente por meses o incluso hasta  por 20 años.

Cada uno de nosotros somos responsables de nuestro cuerpo, seamos responsables también con las decisiones que tomemos, para preservar nuestra salud.