Sobrepeso y obesidad infantil en México


Hace algunos años, para muchas familias de nuestro México el tener un hijo gordito, lleno de pliegues era todo un logro, una señal de que el niño estaba bien, fuerte, y lleno de vida. Con el paso de los años este concepto cambió. Se modificaron los hábitos alimenticios de las familias mexicanas, de una dieta basada en la tortilla, frijol, arroz y chile se modificó a tortas, hamburguesas, chicharrones, pizza, jamón, salchicha, quesos, bebidas gaseosas y alimentos ricos en grasas.


Lo que inició como un gusto al paladar se convirtió en una cascada de alimentos sumamente procesados y se fomentó más la comida chatarra, promovidos por  los medios de comunicación, imitado el estilo de alimentación del país vecino del norte.


A esta nueva forma de alimentación se sumó la no promoción de la actividad física, dando como resultado sobrepeso y obesidad primero en los adultos y después en los niños.


Por años no se prestó atención a esta situación en nuestro país. Fue hasta los últimos años, cuando empezaron a manifestarse las repercusiones en la salud, sociales, económicas y familiares derivadas de la obesidad, cuando las unidades hospitalarias empezaron a arrojar porcentajes sobre complicaciones médicas asociadas a la obesidad; en especial la diabetes mellitus tipo II


Fue hasta entonces que el gobierno y la secretaría de Salud manifestaron una leve preocupación.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanza una advertencia al gobierno mexicano, sobre la gravedad de la situación en nuestro país y sus fatales consecuencias. Ubica a nuestro país como el primero en obesidad a nivel mundial. Y, obviamente si existen padres con sobrepeso u obesidad seguramente los niños también están encasillados por el mismo tipo de alimentación.


Entonces es aquí donde el concepto salud adquiere gran relevancia para la sociedad en general. De la salud depende la estabilidad emocional, social y física; no solo de una persona también de la familia.


Este término se vuelve más vulnerable sobre todo si se habla de la salud de los niños.


En la familia radica la adquisición de adecuados hábitos y costumbres alimenticias para lograr un equilibrio fisiológico adecuado. De la misma manera se adquieren valores esenciales para lograr un desarrollo en armonía.


Entonces se dice que la familia es la base de la sociedad, que de esta dependen la adquisición de los elementos necesarios para llevar una vida saludable.


De lo contrario se corre el riesgo de un desequilibrio fisiológico grave en una de las etapas más importantes de la vida, la niñez.  Es primordial que como padres de familia  identifiquemos cuando se habla de sobrepeso y obesidad.


Un niño o niña puede pesar menos de lo deseable, tener un peso saludable, tener sobrepeso o ser obesa. No existe un peso perfecto para un niño, pero sí existen rangos de peso saludables que dependen de su edad, altura y sexo.


Los expertos usan cuatro categorías para describir el peso de los niños:


1.   Peso inferior al normal: los niños pesan menos de lo que se considera saludable para su edad, su sexo y su estatura.

2.   Peso saludable: los niños se encuentra dentro de un rango saludable para su edad, sexo y estatura.

3.   Sobrepeso: los niños pesan más de lo que se considera saludable para su edad, su sexo y su estatura.

4.   Obesidad: los niños pesan mucho más de lo que se considera saludable para su edad, su sexo y su estatura.


El médico y/o nutriólogo maneja el IMC (Índice de Masa Corporal) utiliza la edad, estatura y el peso de un niño,  en un cálculo matemático con el que se obtiene un número. Los médicos ubican ese número en una tabla. Hay diferentes tablas para niños y niñas. El IMC calcula cuanta grasa tiene la persona en el cuerpo y en base a esta tabla se identifica cualquiera de las categorías anteriores, siendo más frecuente el sobrepeso y la obesidad.


El  sobrepeso  se refiere a que un niño o niña tiene más grasa corporal de la que es saludable. Todos tenemos grasa en el cuerpo, pero el exceso causa problemas de salud. Los niños con sobrepeso tal vez tengan dificultad para moverse y seguir el ritmo de sus amigos en el parque de juegos, en la escuela o en su hogar. Es posible, incluso, que sean el blanco de bromas o se sientan mal con ellos mismos.


La grasa corporal que se acumula es porque se ingieren más calorías (a través de los alimentos y las bebidas azucaradas) de las que se queman mediante la actividad física, como jugar al fútbol, correr o caminar hasta la escuela. Las calorías sobrantes se almacenan en forma de grasa. Cuantas más calorías extra ingieran los niños, más grasa almacenarán.


Esto ocurre con mucha facilidad en la vida moderna. Los niños  pasan más tiempo frente a las pantallas (del televisor, el teléfono y las computadoras) y menos tiempo moviéndose. En lugar de caminar o andar en bicicleta, vamos en automóvil a todas partes. Son pocas las escuelas que se toman en serio las actividades deportivas todos los días; los niños juegan más con videojuegos y juegos móviles que a juegos activos.


 Hoy en día,  nosotros, los padres de familia vivimos de manera muy agitada, y en el ir y venir se tiene menos tiempo para preparar comidas saludables, ofrecemos y enseñamos a los niños a comer lo más fácil, rápido, agradable al paladar, se prefiere la comida precocida, alimentos envasados, frituras, lo más comercial posible  etc.  todo ello de pésimo valor nutritivo.


Los niños con sobrepeso u obesidad pueden desarrollar problemas psicológicos. Las bromas, la intimidación o el rechazo por parte de sus iguales, pueden llevarles a que tengan una baja autoestima. Los niños obesos son marginados por el aspecto que tienen, y todo ese cuadro puede generar trastornos como la bulimia, la anorexia, la depresión y llevarles a tener hábitos extremos como el consumo de drogas y otras sustancias nocivas.


Pero sobre todo el sobrepeso y la obesidad afecta gravemente la salud de los niños.


La obesidad infantil es particularmente problemática debido a que el peso adicional suele provocar que los niños comiencen a tener problemas de salud que antes se consideraban exclusivos de los adultos, como diabetes, presión arterial alta y colesterol alto. Muchos niños obesos también tienen obesidad en la adultez, especialmente si uno o ambos padres son obesos.


Sin duda alguna es realmente preocupante esta situación endémica en nuestro país.


Considerando que siete de cada diez habitantes tienen sobrepeso u obesidad. Pero aún más grave es la cruel realidad de nuestros  niños  si no frenamos esta situación, ya que en un estudio estimado por expertos se calcula que para el año 2050 más del 50% de los mexicanos habrá adquirido diabetes mellitus. Esta es una enfermedad difícil de sobrellevar sobre todo  por los costos generados de las complicaciones, la mala calidad de vida y genéticamente se expone a las generaciones futuras de mexicanos.


Solo por citar un ejemplo; en la institución de salud pediátrica donde laboro, he observado niños de entre ocho y diez años de edad con un peso de 80, 90 y hasta 110 kilogramos de peso, adolescentes de entre 12 y 15 años de 100 a120 kilos, por increíble que parezca. Y,  lo grave es, las terribles complicaciones con las  que cursan en esta edad.


¿A  caso queremos esta situación  para los hijos,  de nuestros hijos en el futuro?


Como hemos podido analizar el sobrepeso y la obesidad son un grave problema de salud pública que nos compete a todos, familia, gobierno, medios de comunicación, escuelas, instituciones de salud y sociedad en general. Por eso realizo un breve análisis de los errores que hemos cometido, pero que está en nuestras manos poder re indicarnos para mejorar así la calidad de vida de los futuros mexicanos.


Responsabilidad de la familia, como podemos prevenir estas alteraciones.

En el caso de los lactantes

  • Promover la lactancia materna exclusiva.
  • Evitar la adición de azúcares y almidones a la leche del biberón.
  • Enseñar a las madres a aceptar la capacidad de su hijo para regular el aporte calórico, en lugar de alimentarlo hasta que haya acabado el plato.
  • Asegurar la ingesta de micronutrientes necesarios para promover un crecimiento lineal óptimo, consultando un especialista regularmente.

En el caso de los niños y los adolescentes
  • Promover un estilo de vida activo (ejercicio, correr, caminar, brincar, futbol, natación, etc.)
  • Limitar las horas de televisión, 2 horas al día para mayores de 2 años y no permitas que los menores de 2 años vean televisión.
  • Fomentar el consumo de frutas y verduras; o restringir la ingesta de alimentos ricos en energía y pobres en micronutrientes (por ejemplo: aperitivos envasados);
  • Restringir la ingesta de bebidas azucaradas.
  • Adapta los tamaños de las porciones según la edad.
  • Come en familia tanto como sea posible.
  • Limita la cantidad de veces que comen fuera de casa, en especial lugares de comida rápida, cuando lo hagan, enseña a tu hijo a elegir opciones saludables.
  • Asegúrate que tu hijo duerma lo suficiente.
  • Procurar que los alimentos sean preparados por los padres de familia.
  • Limita el consumo de alimentos con exceso de sal.
  • No des recompensas con alimentos ricos en sal o azúcar.
  • Fomenta el consumo de agua simple o en su defecto agua de frutas naturales.
  • Lee o infórmate sobre una alimentación saludable.
  • Consulta a un especialista en nutrición y pregunta cómo puedes mejorar la alimentación de tu familia.
  • Procura llevar a tus hijos a una revisión médica por lo menos una vez al año, lleva un control de su peso,  talla y pide  calculen su IMC.
  • Preocúpate hoy por la prevención y no mañana por el tratamiento, si la prevención es cara, el tratamiento lo será diez veces más y lo tendrás que hacer.
  • Muestra amor a tus hijos cuidándolos desde ahora.



    Responsabilidad de las Instituciones Educativas.

     La  escuela es el segundo lugar donde los niños y adolescentes pasan más tiempo después de su hogar. Los  profesores han olvidado que el concepto educar implica gran responsabilidad, es un término muy amplio, lo que compromete a una educación integral, no solamente enseñar a leer, escribir y operaciones aritméticas. Los directivos escolares han permitido la entrada de la comida chatarra a las tiendas escolares, a las puertas de la escuela y a  los pasillos que conllevan a la escuela, sin fomentar el consumo de una alimentación saludable.


    Hace poco tiempo se inició con un programa de activación física, sugerido por la Secretaria de Salud, que consiste en 30 minutos de activación física a los niños, y recomendaciones sobre un lunch saludable, que, todos los maestros debieran sugerir a los padres de familia, sin embargo nada de esto sirve mucho a la causa si concretamente no se enseña a los niños y a sus padres la importancia de una alimentación saludable,  y lo peligroso de los alimentos de mala calidad  que les ofrecen ahí, al alcance de sus manos.


    De gran ayuda sería que los maestros asignarán de 30 a 60 minutos de su horario de clases a la semana para enseñar a los pequeños la importancia de elegir alimentos saludables para su alimentación y las fatales consecuencias de no hacerlo restringiendo el consumo de  comida chatarra.


    Los directivos de las instituciones educativas deberían supervisar y restringir  la venta de alimentos de bajo valor nutritivo en las tiendas escolares y afuera de las escuelas.


    También sería importante gestionar  que, expertos en nutrición impartieran clases con el objetivo de concientizar a los padres de familia sobre la necesidad de una alimentación saludable.


    Responsabilidad de la Secretaría de Salud.

    Es responsabilidad de esta,

    • Hacer una campaña masiva de  valoración  (pesar, medir calcular IMC de  los niños en todas las escuelas del país, prescolar, primarias, secundarías, principalmente)
    • Reunir un grupo de expertos profesionales para abordar la problemática ya existente (médicos, enfermeras, nutriólogos, psicólogos, trabajo social)
    • Supervisar junto con los directivos de las todas las instituciones educativas la promoción y venta de alimentos saludables.
    • Hacer campañas masivas promoviendo una alimentación saludable.
    • En coordinación con los Gobiernos Estatales y Federal controlar la campaña masiva de promoción de alimentos y bebidas de bajo valor nutritivo.
    • Utilizar  recursos humanos  especialistas (pasantes y estudiantes de los últimos semestres  de nutrición) para hacer servicio social y prácticas profesionales en la mayoría de las instituciones educativas, o donde la problemática fuese más intensa.
    • Por años o casi nunca esta institución ha mostrado preocupación por dichos problemas, se ha preferido el tratamiento y no la prevención.

    • Prevenir algún problema grave daña menos la economía del país  y mejora la calidad de vida de los personas, que tratar una patología y sus letales complicaciones.



    Responsabilidad delos medios de comunicación.

    Los medios de comunicación (televisión) lo que más promueven son anuncios publicitarios  promocionando  comida de bajo valor nutritivo. Utilizan mujeres y hombres jóvenes,  atractivos de cuerpos espectaculares, deportistas famosos, galanes y actrices  de moda,  consumiendo este tipo de alimentación.


    Es importante comentar que muchos de estos personajes son un ejemplo para los niños y jóvenes, ellos los visualizan como personas  a imitar.


    No olvidemos que estos anuncios publicitarios van dirigidos a toda la población, niños, jóvenes, adultos, desde la gran ciudad hasta los rincones de una comunidad rural o una zona extremadamente marginada.


    Entiendo que ese es su trabajo, pero podrían anunciar o pedir que los patrocinadores promuevan una forma sana de alimentación por cada dos o tres anuncios de otro tipo. Finalmente esa es una forma de preocuparse por un país del que  finalmente se están enriqueciendo.


    Espero algún día aparezcan dos o tres promocionales sobre alimentación saludable en cadena nacional, para que,  nos la creamos, tanto como el creer que un vaso de refresco famoso nos puede hacer feliz.


    Y que las letras pequeñísimas que aparecen en la parte inferior del anuncio,  sobre “come frutas y verduras” se vean grandes y mayúsculas.


    De vez en cuando aparecen spots del IMSS promocionando alimentación saludable y activación física, pero de la secretaria de salud concretamente o de alguna otra institución pareciera no haber preocupación.


    En coordinación con el gobierno federal y la secretaria de salud, debieran hacer campañas masivas promocionando una alimentación saludable y las fatales consecuencias  de no hacerlo.


    Responsabilidad del Gobierno Federal.

    La cruel realidad de nuestro país en cuanto a estos temas es grave. Existen muchos problemas y distractores sociales que no han permitido ver hacia este lado, el lado de la salud de los mexicanos, en especial los niños.


    Algunos poderes o quizás todos,  en quienes radica la responsabilidad de legislar o regular lo ya comentado solo se han preocupado por enriquecerse ellos mismos dejando atrás las necesidades de los ciudadanos mexicanos.


    No se ha observado una campaña sería sobre estos temas.


    Los niños y jóvenes son el grupo más vulnerable de la ciudadanía.  Ellos son los futuros, médicos, abogados, enfermeras, maestros, deportistas, músicos, artesanos, y todos los profesionistas y practicantes de todos los oficios existentes  dignamente en nuestro país.


    No puede haber progreso alguno si no se tiene ciudadanos sanos, en cuerpo, mente y espíritu.


    La prevención debe ser el primer eslabón si de salud hablamos. Le saldría más económico  a una familia, comunidad o país.


    El tratamiento de estos problemas de salud en la actualidad y en el futuro será triplicado por los gastos actuales.

    Hagamos un gran eco social, ojala  mucha gente pudiera leer esta nota, para tener presente este gran problema de salud.


    Todos somos responsables de la salud de los niños y jóvenes,  empecemos hoy a preocuparnos nosotros mismos por los que tenemos en nuestro hogar, y ojalá que como ciudadanos poco a poco todos vayamos tomando conciencia,  para mejorar la calidad de vida de los futuros hombres y mujeres de nuestro amado México.